jueves, 16 de febrero de 2012

Ventana

Un objeto que no nos damos cuenta, pero que es indispensable. Por ella entran los rayos de sol de un nuevo día. Por ella vemos lo que pasa en el exterior. Gracias a ella podemos sentirnos  refugiados ante la lluvia o el calor. Esa gran frontera que pasa inadvertida ante nosotros, porque no somos capaces de apreciar cosas tan simples, cosas que acostumbramos a ver en nuestra vida diaria. Seguro que si en nuestra ciudad estuviese la Torre Eiffel no le prestaríamos la más mínima atención, no nos pararíamos a observar sus grandiosas cualidades, simplemente porque es algo que veríamos día a día. Y es que nos rodean una infinidad de cosas maravillosas y no nos paramos a apreciarlas aunque sea sólo un poco, porque a veces somos realmente ignorantes.

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