domingo, 22 de abril de 2012

Opresión



Y hoy, quiero salir, dije.  Pero no podía. Todas las ganas e ilusiones que tenía se disiparon en un largo y profundo suspiro. El suelo se volvió techo. Todo lo que  me rodeaba me resultaba nostálgico, conmovedor. Miles de sueños reprimidos se resguardaban en un acorazado corazón, que no quería sufrir. Miles de ideas, propuestas… quedaron, una vez más, oprimidas bajo el mismo techo. 

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