¿Y qué si no tenemos claro nuestro futuro? Que pesados son
preguntándonos siempre lo mismo: ¿Qué queréis ser de mayores?
Esa es una pregunta con trampa, una pregunta incandescente.
Nunca sabremos la respuesta a esa sabia pregunta. O quizás sí. Es que como en
este vida no hay nada fijo, “todo va todo vuelve, la rueda de la existencia
gira eternamente…” decía nuestro amigo Nietzsche, no podemos tomar una decisión
segura, permanente.
Sólo quiero dejarme guiar por la vida, porque ella, nos
colocará a cada uno en nuestro lugar.
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